Saber respetar.
Desde mi punto de vista un profesor debe ser el ejemplo a
seguir del alumno, ya que éste tiene que seguir los pasos y comportarse como
tal. El profesor tiene que motivar a sus alumnos de tal manera que respete al alumnado,
se interese por ellos, que haya un relación honesta, abierta y que de vez en
cuando haga reír y/o se ría con ellos y no de ellos, ya que en algunos centros ya sea de este país o fuera, los profesores
les faltan el respeto o les agreden o incluso violan a sus alumnos. Pero las
apariencias engañan y uno no sabe con qué clase de persona se va a cruzar.
Volviendo al tema de la relación maestro-estudiante, si el profesor se ve
afectado en una situación incómoda o inesperada no tiene que perder los
controles, todo lo contrario, tiene que mantener la calma y avisar a alguien.
La comunicación es importante y el saber escuchar tanto al maestro como al
estudiante, ambos necesitan ser escuchados, ya sea para preguntar dudas o para
dar consejos. Se tiene que preparar bien la clase y que ésta sea productiva y
eficaz, y a veces, divertidas (como en filosofía). No debe de haber favoritismos,
ni racistas, ni machismo, porque eso desfavorece mucho al alumno y a los que
están a su favor. Se requiere que el maestro pase por la vida de los alumnos no
solo para enseñarles una determinada disciplina, sino para que deje una marca
en ellos como guía en sus vidas, para bien. “El verdadero maestro es aquel que
busca lo mejor para sus alumnos, que se preocupa por guiarlo, de orientarlo, de
formar personas idóneas.”